Sábado 19. La primera película asignada al Jurado Joven (en la dolorosa hora de las 9:30 después de una larga noche gracias a The Assassin) es Einer Von Uns (One Of Us), de la Sección Nuev@s Director@s, dirigida por Stephan Ritcher. Basada en hechos reales, la película situada en Austria sigue algunos de los miembros de una pequeña comunidad a través de un monumental supermercado donde sus historias convergen. Así pues, alrededor de éste encontramos desde un grupo de jóvenes "ni-nis" que utilizan este espacio como un lugar de reunión hasta los propios empleados o las autoridades locales. Este supermercado pues es el centro de la acción en todos los sentidos, y es que todos los personajes, ya sea por trabajo, ocio, orgullo o rebeldía se mueven alrededor de éste. Stephan Rithcer aposta pues en su primer largometraje por una temática claramente social, que sin embargo no consigue combinar con sus mecanismos narrativos y estéticos.
El primer y principal problema que sufre One Of Us es una falta de desarrollo narrativo que no permite empatizar con el mensaje que el director quiere transmitir. No es difícil (dado el transcurso de los hechos en el film) captar la idea general de la pieza; la sociedad occidental contemporánea tiene graves carencias que conducen a accionas completamente trágicas y absurdas. Esta idea se intenta mostrar en los planos de después del asesinato, donde pasamos de ver los rostros de todos los participantes a un lento travelling de los productos de supermercado, símbolo que nos remite directamente a la sociedad actual. Sin embargo, el hecho de que no se nos contextualice de forma suficiente el pasado de los personajes, es decir, sus motivaciones y aspiraciones, hace que no podamos empatizar con ellos y por tanto tampoco con ésta idea, Esto pues, sume al espectador en un clima de cierta confusión, especialmente en las últimas escenas, donde es muy fácil o bien acabar culpando a alguien (por ejemplo, al policía) o bien no entender lo que se deriva del asesinato. Esta falta narrativa conduce además a personajes planos y llenos de tópicos: el niño bueno que se deja llevar por malas influencias, el drogadicto cuya vida no lleva a nada, el hombre neurótico que se ciñe al orden de forma patética... Que en el fondo simplifican un mensaje social que podría ser mucho más complejo y sutil.
El ritmo de One Of Us tampoco consigue suplir las carencias de guión, y es que éste acaba siendo confuso a lo largo del film, especialmente en la primera mitad. La introducción del conflicto deja un cierto aire de "presentación superficial", y es que simplemente nos va mostrando el vagar de los personajes en varios aspectos de sus vidas, sin conseguir que las acciones que suceden realmente desarrollen la trama. En contraste, la segunda parte, dado el "accidente" que se produce, resulta más ligera y estable, pero no consigue remediar el caos anterior y resolver un nudo mal trazado. Enfrente de este denso desorden pues, Ritcher destaca en las escenas acompañadas de música, donde el director aligera el ritmo y da fluidez.
El punto fuerte pues de la película reside en la imagen, no solo por su buena iluminación y creatividad sino también como forma de resaltar el mensaje social. La crítica al capitalismo se hace palpable en varios e ingeniosos planos donde el supermercado parece mas un gran monumento decadente, planteado como un "deslugar", que un lugar de abastecimiento y felicidad. La iluminación, completamente fría (tanto en interior como en exterior) consigue resaltar esta idea de deshumanización, de algo estéril, como el sistema mismo.(y desafortunadamente la narrativa del director). Son también acertadas las metáforas utilizadas, desde el bote de detergente agujereado, quizás el momento más interesante del film al ser magnífico para mostrar un asesinato de forma no personal, hasta la frase "Only God can judge me".
Resumiendo, desde mi punto de vista Einer Von Uns es una ópera prima que, pese a tener los ingredientes para conseguir un impacto estético a la vez que social no consigue llegar a desplegarse debido a su cuestionable guión y se queda pues en un punto medio que, pese a transmitir un mensaje, no conmueve al espectador.
David Vargas Pons
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